Aventuras y desventuras de un salmantino errante

domingo, 27 de enero de 2008

The american dream

Dice un amigo americano que cuando estas en otro país pasas por varias fases, primero te fijas mas en lo que mas te gusta, luego mas en lo que no, luego te acostumbras, y el día que vuelves a tu país, encuentras todo extraño, y luego por último podrías vivir en cualquiera de los dos sitios, porque te has acostumbrado a ambas formas de vida.

Todo esto viene a cuento, aunque sea una introducción extraña al porqué no he estado en los últimos meses muy prolifico en este blog.

Tal vez porque ya no me fijo tanto en las cosas, o tal vez me fijo más en las que no me gustan y no me gusta hacer tanto hincapie en ellas.

También influye en que no estamos pasando una buena época ni mi pareja ni yo laboralmente hablando. El modelo americano corporativo es bastante duro, y tal vez nos esten tocando unos jefes demasiado...la verdad, el diccionario se queda sin adjetivos...explotadores? Me da miedo usar esa palabra. Y mira que no me gusta hablar de trabajo, pero es que últimamente este tema empapa nuestras conversaciones, y al final tenía que verse plasmado en esta ventanita que tengo al resto del mundo.
Lo que esta claro es que después de un encantamiento inicial, he visto que este país es bastante desorganizado, y el sector empresarial no se libra de eso. Creo que les salva el mucho dinero que corre y que un europeo jamás puede imaginar para una empresa de allí. Incluso para una pequeña. Me gustaría que la mitad de las empresas de allí tuvieran la mitad de dinero y de conciencia en el gasto tecnológico que tienen aquí. Pero claro, otro gallo nos cantaría. Tal vez deberíamos de fijarnos en el caso irlandés. No lo sé. Aqui las empresas tecnológicas tienen esenciones fiscales y no pagan impuestos en sus compras. Supongo que eso ayuda. Aqui ejerzo de profundo egoista y no miro hacia otros sectores que seguro que están peor, pero que le vamos hacer, es el corporativismo.
Volviendo a lo del trabajo, supongo que estaba demasiado mal acostumbrado, jefes comprensivos, más cercanos, más humanos. Jamás tuve ninguna queja en el trato personal. Ni en el profesional tampoco. Otra cosa es que se discrepe, pero siempre desde el mayor de los respetos. Siempre he pensado que mantener un equipo humano, motivado, incluso cuando los proyectos a veces tienen demasiados inconvenientes, es una gran virtud.
Supongo que es un rodaje por el que tenía que pasar, o como dice mi pareja en su argot cientifico "el control positivo", es decir, ver lo malo para valorar lo bueno. Yo que se. Yo solo quiero que se acabe esta pesadilla. Trabajar fines de semana para que tu jefe te diga que el año ha sido catastrófico y sobrevuele la amenaza velada del despido no es nada agradable.
Más cuando tu estancia en el país esta supeditada a ello.
Tal vez tengamos que pensar en hacer la maleta antes de tiempo. Espero que no. Me he acostumbrado a disfrutar de pequeños momentos y de amistades nuevas que nos hacen sentir menos solos en este pais tan extraño.
Que entrada más triste me ha salido. La cara es el espejo del alma y el blog no se escapa.
PS: Perdón a aquellos que prometí ver en Navidades y no pude. No tuve vacaciones, al menos como las entendemos en Europa, eso si, al menos pude ver a mi familia.